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¿Cuál es el origen de las sandías actuales?

Redacción La Campiña

MÉXICO.- Un estudio publicado este lunes en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences ha arrojado nueva luz al origen de la sandía, reescribiendo la historia de la domesticación de esta fruta.

De acuerdo con la investigación, que ha estudiado el genoma de la fruta a nivel cromosómico, una variedad sudanesa de melón con pulpa blanquecina no amarga, conocida como melón Kordofan (C. lanatus subsp. Cordophanus), parece ser el pariente más cercano de las sandías domesticadas y su más posible progenitor. Como curiosidad, la investigación genética es consistente con pinturas de tumbas egipcias recientemente interpretadas que sugieren que la sandía ya pudo haber sido consumida en el valle del Nilo como postre en el año 4360 a. C.

“Basándonos en el ADN, descubrimos que las sandías tal como las conocemos hoy en día –con pulpa dulce, a menudo roja y se puede comer cruda– estaban genéticamente más cerca de las formas silvestres del oeste de África y el noreste de África”, apunta Susanne S. Renner, profesora honoraria de biología en artes y ciencias de la Universidad de Washington en Sant Louis (Estados Unidos).

Renner es una bióloga evolutiva que recientemente se unió a esa institución universitaria después de 17 años trabajando como profesora en la Universidad de Múnich (Alemania), donde también se desempeñó como directora del Jardín Botánico de la ciudad.

La información genética publicada en el nuevo estudio, completada con colegas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos en Nueva York y el Real Jardín Botánico de Londres y la Universidad de Sheffield (Reino Unido), podría ser útil para desarrollar un cultivo de sandía más resistente a las enfermedades, según Renner.

“La sandía de hoy proviene de un stock genético muy pequeño y es altamente susceptible a enfermedades y plagas de insectos, incluyendo varios hongos, otros hongos, virus y nematodos”, apunta Renner, que añade: “Hasta ahora, encontramos variaciones en tres genes de resistencia a la enfermedad entre el melón de Kordofán y la sandía domesticada. Los obtentores podrían usar estos y otros conocimientos del genoma”.

Esta investigadora apunta que melones, pepinos y sandías fueron domesticados “varias veces” a lo largo de la historia de la humanidad. “Pero colocar estas domesticaciones en el espacio y el nombre es mucho más difícil de lo que pensaba hace 10 o 15 años. El ADN de semillas antiguas ya está empezando a ayudar”, concluye.

Información: Fresh Plaza

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