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El pulque, sobreviviente a tres “apagones culturales”

Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- Tras tres momentos de grandes “apagones culturales” en México, el pulque sigue siendo una cultura en resistencia que ha sobrevivido las últimas décadas por el interés de académicos, gestores, pulqueros y miembros de la sociedad civil organizados que han buscado mantener viva la tradicional bebida.

En ello coincidieron especialistas durante en conversatorio virtual que organizó el Museo del Pulque y las Pulquerías en el marco del segundo aniversario del espacio y de los festejos del Día Nacional del Pulque “OmeTochtli” (dos conejo), el cual se conmemora cada primer domingo de febrero.

Raúl Guerrero Bustamante, fundador del Congreso Nacional del Maguey y el Pulque, recordó tres momentos fundamentales que derivaron en el “apagón” de esta bebida fermentada de origen prehispánico, el primero de ellos durante la reforma agraria en la primera mitad de los años 1900, la cual quedó inconclusa, sus objetivos sociales y económicos no se alcanzaron, y provocó el deterioro paulatino del sector rural.

En ese entonces, los campesinos dejaron de sembrar maguey y en la sociedad empezó a permear cada vez más el gusto por la cerveza y los refrescos por encima de las aguas frescas y el pulque.

El segundo gran momento de apagón cultural que afectó a este fermentado fue durante la década de los años 70, cuando el pulque quedó en una situación precaria donde los pequeños productores del campo que producían maguey perdieron la posibilidad de vender y producir debido a que cayeron los precios de la bebida y no se pudo recuperar por más de dos décadas, tanto así que el pulque llegó a costar un peso el litro.

“No sé si el pulque se recuperó, muchos perdieron la batalla, muchos dejaron de sembrar, muchos dejaron de producir, muchas familias dijeron ‘hasta aquí llegamos”, apuntó.

Derivado de ello, comentó que surgió otra crisis ya que a partir de las generaciones que nacieron en los años 70 y posteriores, ya no tuvieron la oportunidad de probar el pulque por tradición o herencia familiar.

El tercero de ellos, continuó, fue el “apagón cultural” que inició en 1979 y se intensificó hacia el año de 1985, cuando llegó el cierre de un gran número de pulquerías debido a la demolición de edificios en la Ciudad de México para hacer grandes y reconocidas avenidas o edificios, como la Avenida Reforma.

Poco más tarde, en ese mismo lapso de tiempo, el terremoto de 1985 en la Ciudad de México fue el acabose de aquellos negocios pulqueros que habían logrado sobrevivir, las cuales tuvieron cierres graduales hasta bien entrada la década de los 2000.

No obstante, en la década de los 2010 surgió un movimiento organizado de gente que a lo largo de este tiempo había estado trabajando de manera independiente en la reestructuración de una dignificación y recuperación de la cultura del maguey, fue así que académicos, gestores, pulqueros, amantes de la bebida de los dioses, entre otros miembros de la sociedad civil se organizaron para revalorizar esta bebida, tras lo cual se conformó el Congreso Nacional del Maguey y el Pulque, que se lleva a cabo desde hace 10 años.

“El Congreso Nacional del Maguey y el Pulque era una gran necesidad porque estábamos viviendo el más grave de los apagones culturales que estaba viviendo el maguey y el pulque (…). Esas fueron las grandes crisis de la cultura magueyera, porque era una crisis muy grave, pero los aquí presentes vemos el entusiasmo de cómo el pulque puede ser una cultura en resistencia”.

 

LAS ACTIVIDADES

Las actividades del Museo del Pulque y las Pulquerías continuarán hasta el próximo 19 de marzo, con programación los miércoles con dos charlas, la primera con productores que hablarán sobre los procesos desde la siembra y lo que surge en el tinacal, originarios de Nanacamilpa, Texcoco, Ciudad de México y Puebla; la segunda con dueños de pulquerías para difundir la importancia de estos espacios.

Los jueves habrá entrevistas con artistas que han acompañado al museo durante sus dos años de existencia, entre músicos, escritores y actores, quienes contarán su experiencia de visitar el museo.

Los días viernes y sábados serán de conciertos streaming; y domingos actividades infantiles, entre ellos música, cuentacuentos, obras de teatro, y destaca una adaptación del cuento Noche antigua de David Álvarez, para explicar a los niños el mito del pulque, los proceso de extracción, sus beneficios y el proceso en el tinacal.

Los conversatorios con productores serán los miércoles de 19:15 a 20:15 horas, y con pulquerías de 20:30 a 21:30 horas; los jueves las entrevistas son de 19:15 a 20:15 horas; viernes y sábado habrá actividades de 18:00 a 20:00 horas y los domingos las actividades serán a partir de las 12:00 horas.

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