AgriculturaHijos del Maíz

Sembrarán maíz amarillo localmente para eliminar importaciones transgénicas

Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- Impulsar la producción de maíz amarillo en ciertos estados del país para frenar la importación de granos transgénicos, será una de las principales acciones del gobierno federal para cumplir con el decreto sobre la eliminación gradual del glifosato y consumo de alimentos genéticamente modificados de la dieta de los mexicanos.

Para ello, las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y de Economía trabajarán con productores de las entidades federativas que cuenten con este potencial productivo y estén vinculados a los principales centros de consumo, informaron estas áreas de gobierno en un comunicado.

De acuerdo con datos de la Sader, en los últimos años se han importado a México cerca de 16 millones de toneladas anuales de maíz amarillo genéticamente modificado, las cuales se destina prioritariamente a la alimentación animal, de ahí la urgencia por transitar hacia el uso de granos libres de agroquímicos.

Cabe recordar que a finales del 2020, tras una lucha de más de 20 años de organizaciones ambientalistas, la administración del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prohibió adquirir, distribuir, promover e importar el glifosato de los programas del gobierno; así mismo la eliminación de su uso en un plazo no mayor a cuatro años y eliminar el consumo de maíz transgénico.

El 2021 trae sustitución gradual de glifosato hasta eventual eliminación en México

MAÍZ PARA MÉXICO

Como informó la Secretaría de Agricultura, lo anterior se desarrollará por medio de la iniciativa “Maíz para México”, la cual tiene la finalidad de contribuir a la meta de avanzar hacia la autosuficiencia alimentaria.

Agregó que en la medida en que incrementen los volúmenes de maíz amarillo producidos en el país, se propiciará el abasto del sector pecuario con producción doméstica, reduciendo el nivel de las importaciones actuales.

Del mismo modo, señaló que se mantendrá una coordinación entre dependencias federales y el sector agroalimentario para lograr gradualmente lo establecido en el decreto, garantizar a las cadenas productivas el abasto que requieren de granos así como la disponibilidad de alimentos.

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