Entrevistas

Don Lorenzo regresa el oficio olvidado de la apicultura a San Mateo Ozolco

Magdiel Olano

Fotografías: Felipe Pérez

PUEBLA, MÉXICO.- Orgulloso de ser el único habitante que se dedica a la apicultura en la comunidad de San Mateo Ozolco, en Puebla, don Lorenzo ama a las abejas porque son las que le llevan el sustento a la mesa día a día, y porque estos insectos le hacen valorar más a cada una de las especies que existe en el planeta.

Antonio Lorenzo Hernández, como se le conoce por su nombre de pila, rompió los esquemas de su comunidad al iniciar un negocio familiar para producir miel natural y lograr la reproducción de la abeja reina.

La comunidad náhuatl de San Mateo Ozolco, ubicada a las faldas del volcán Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, es un un lugar caracterizado por la migración de sus habitantes hacia Estados Unidos. En algún tiempo el sitio estuvo desolado ya qué casi la mitad de sus habitantes, sobre todo los más jóvenes, se fueron en busca del sueño americano.

Pero fueron la elaboración tradicional del pulque y la cosecha de maíz criollo para elaboración de diversidad de productos las que regresaron la algarabía al pueblo y con ello una esperanza de desarrollo económico para la población.

En un poblado donde predomina la producción del maíz criollo y de gran tradición emigrante, Lorenzo ha logrado a base de trabajo y con ayuda de las abejas, tener hasta una hectárea de producción de este dulce líquido por temporada.

“Trabajamos mucho para reproducirlas, para tener miel y lograr que sea una de las mejores. Nos hemos capacitado con especialistas del gobierno, ellos nos van orientando y certificando para ser mejores en lo que hacemos”, explicó.

La producción de miel, abandonada durante años por la falta de interés de los habitantes y el poco valor otorgado al producto, se ha erigido como una nueva oportunidad económica en comunidades como la de San Mateo Ozolco.

Fotografía: Felipe Pérez

DEL OLVIDO AL RESCATE

Don Lorenzo confesó que su padre se dedicaba a la apicultura, pero que nadie quiso seguir esta actividad y quedó “olvidada” hasta hace aproximadamente ocho años, cuando decidió colocar sus primeros cajones de reproducción y producción para el consumo de miel entre los miembros de su familia y de la comunidad.

“La miel en mi pueblo estaba olvidada y nosotros mismos la abandonamos”, lamentó el apicultor, que tras recuperar la profesión reconoce que ha “aprendido mucho de las abejas”.

En cada uno de los cajones se estima que viven 60 mil abejas que apoyan a mejorar las condiciones de vida que se tienen en el medio ambiente, dijo Lorenzo, quien con el paso del tiempo y con su esfuerzo, comenzó a adquirir más cajones de abejas y entró a programas del gobierno federal para solicitar apoyos. Así logró la obtención de su marca y la adquisición de maquinaria especial de recolección de miel.

El esmero y dedicación de Don Lorenzo han rendido frutos a casi una década de haber retomado este oficio, pues refirió que su marca, Apícola Zihuatlán, ahora se consume en su municipio, en la capital poblana y en el central Estado de México, y está certificada por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), que avala que es un producto cien por ciento natural.

“La certificación del INPI nos dio un sello que garantiza que son productos naturales y realizados por manos indígenas, que son de calidad y que cuentan con todos los estándares de elaboración”.

Las abejas con las que trabaja el productor poblano son un cruce de las africanas con la italiana, lo que ha ocasionado que sean menos defensivas a la hora de manipularlas en los trabajos. Tras el proceso se puede llegar a recolectar por cada cajón alrededor de 10 a 15 litros de miel, para ser envasado y pueda pasar a punto de venta.

Don Lorenzo agradeció la nueva forma de vida “sustentable” que parecen haber adoptado los ciudadanos, que ahora buscan productos artesanales en detrimento de alimentos con conservadores o “químicos”.

“No sé a qué se deba, pero ahora la gente le ha dado más importancia a consumir la miel natural como la que hacemos. Podría ser porque la nueva manera de vida sustentable y sin químicos que se pudo de moda abone a que nosotros podamos colocar nuestros productos en el mercado”, señaló.

Fotografía: Felipe Pérez

A DESTACAR

El gobierno mexicano considera la apicultura como una actividad “de gran importancia y social”, ya que dependen directamente de ella más de 43 mil productores.

Según los datos de la Secretaría de Agricultura mexicana, el año 2019 México produjo 61 mil 900 toneladas de miel, un aumento de 6.1 por ciento respecto al promedio de los últimos 10 años.

El pasado año Puebla fue el octavo estado mexicano en producción de miel, con 2 mil 477 toneladas.

Con información de Agencia EFE

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