Catastróficas, consecuencias de la pérdida de la biodiversidad
MÉXICO.- Entre el 30 al 40 por ciento de plantas y animales en el mundo estarían en peligro de desaparecer en los próximos años debido a la invasión que ejerce el ser humano sobre el hábitat de los animales, y aunque la ventana de oportunidad es pequeña, aproximadamente unos 15 años, es posible revertir la crisis, aseguró el investigador del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM, Gerardo Ceballos González.
En una conferencia organizada en el marco de las conmemoraciones por el Día Mundial de los Animales que se celebra cada 4 de octubre, el investigador señaló que en su afán de mantener un constante “progreso”, la sociedad olvida la importancia de las plantas, animales y sus derechos.
Aunque se han descrito alrededor de dos millones de plantas y animales en el mundo y se estima que puede haber entre 50 y 100 millones, y si se añade a los los microorganismos, la cifra podría aumentar a 24 mil millones de especies; sin embargo, la mayor parte de las especies de fauna, flora y microorganismos silvestres son aún desconocidos.
“Todo esto está en peligro de desaparecer por las actividades del ser humano. Se estima que entre 30 y 40 por ciento de todas las especies de plantas y animales están en peligro de extinción. Las consecuencias de la pérdida de la biodiversidad son catastróficas”, alertó.
Entre las causantes de las extinciones, mencionó que influye el crecimiento de la población humana a nivel mundial, ya que cada día aumenta en aproximadamente 300 mil personas, los patrones de consumo y las tecnologías ineficientes, lo cual se traduce en la destrucción de los ambientes naturales, el tráfico ilegal, la sobreexplotación de especies, la contaminación, la introducción de especies exóticas y el cambio climático.
Ceballos González señaló que en México el tráfico, consumo y sobreexplotación de especies es tan grande que ha llevado a la aniquilación biológica y a la pérdida de algunos beneficios que se obtienen gratis por el buen funcionamiento de la naturaleza, por lo que dijo que “es necesario entender que nuestra calidad de vida y la vida misma depende de la combinación correcta de los gases de la atmósfera, de plantas, animales y ecosistemas silvestres”. , puntualiza.
El experto destacó que tan graves son las tasas de desaparición de flora y fauna que las especies que desaparecieron en los recientes 100 años debieron extinguirse en 10 mil años:
“Hemos afirmado que estamos entrando a la sexta extinción masiva, ya que las actividades humanas están teniendo un impacto muy grande y de no hacer algo severo por los demás seres vivos en los próximos 15 años ya no habrá vuelta atrás. La buena noticia es que todavía hay tiempo para salvar la fauna, pero la mala noticia es que la ventana de oportunidad que tenemos es pequeña, tal vez 15 años o menos”, asegura.
El especialista explicó que hay acciones que se pueden llevar a cabo para salvar la vida en el planeta; desde las casas, por ejemplo, las personas puede contribuir al disminuir el consumo energético, de artículos de uso personal e incluso participar en actividades medioambientales, como reforestaciones; además, evitar comprar productos elaborados de especies en peligro de extinción o tener animales silvestres como mascotas.
Finalmente, dijo que ésta es la última generación que puede hacer un cambio en el medio ambiente, lo cual es una enorme responsabilidad y, a la vez, una gran oportunidad:
“Tan sólo en México, desde las culturas prehispánicas hemos tenido ese arraigo, le hacíamos culto al jaguar o al quetzal, por ejemplo. La fauna necesita nuestra ayuda, su futuro está en nuestras manos y por lo tanto el de nosotros también”.