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“En busca de la cemita perdida”, libro dedicado al manjar hecho en Puebla

Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- Quizás no haya otra comida tan versátil, emblemática y con una carga tan importante en el imaginario colectivo e idiosincrasia de los poblanos como la cemita, esta comida que acepta cualquier combinación posible y se adapta a casi todos los gustos.

Fue así como se describió este típico platillo de la ciudad de Puebla en la presentación del libro En busca de la cemita perdida, el inicio, sus historias y el desempance, la cual se realizó de forma virtual como parte de la 33 Feria Nacional del Libro BUAP.

La obra es una antología de escritos en torno a una investigación sobre la cemita y sus orígenes, ideada, coordinada y compilada por el escritor Ricardo Cartas.

A decir de Cartas, el libro tiene como objetivo retratar la historia del emblemático platillo, su arribo a la ciudad, sus lugares y los genios que crean combinaciones increíbles; además, reúne una serie de historias, crónicas y narrativas que dan una idea más completa de su importancia cultural.

Durante la presentación, de forma contundente y clara Isaura Cecilia García López, antropóloga, investigadora y participante en la obra, sentenció que “para que la cemita sea cemita, tiene que tener maíz”, ingrediente que aporta una de sus características más importantes: su resistencia y dureza, pues este pan fue construido a partir de una receta tradicional española pero modificado por los mexicanos y apropiado de una forma particular por los poblanos.

Al recordar que históricamente los panes se distribuyeron por clases sociales, mencionó que la cemita, por ejemplo, se destinó para el campesino o el jornalero al contener ingredientes de más baja calidad.

EL MAÍZ

Cuando los poblanos se apropiaron de las fórmulas de panes españolas, incorporaron un ingrediente importantísimo para la cultura mexicana: el maíz. Esta combinación estrecha que tiene el pan europeo con el maíz se da a través de la maicena, una especie de almidón con agua que es la que da la característica crujiente a la cemita.

“Para que las cemitas sea cemita tiene que tener una combinación muy estrecha con el maíz, tiene que estar bañada con una especie de almidón con agua que es la maicena que proviene del maíz. La maicena rodea a este pan rústico, duro, doradito, algo crujiente, que de alguna manera se va cocinando a lo largo de la historia y se le van añadiendo estos ingredientes justamente por su resistencia, esa dureza para ponerle un guiso caliente”.

Por su parte, la escritora Amanda Pérez, también colaboradora de la antología con una crónica alrededor de las famosas “cemitas de las luchas”, destacó que además del sabor de este platillo, como extranjera reconoció la carga social que tiene el preparar las cemitas.

“Para mí no sólo es importante la cemita por lo riquísimas, cuando llegué a México fue una forma de conocer ciertas y determinadas estructuras de las familias mexicanas, porque una familia entera trabaja prácticamente un negocio. Pude apreciar las dinámicas muy particulares de Puebla”.

SI QUIERES VER LA PRESENTACIÓN, DA CLICK EN EL SIGUIENTE ENLACE: https://www.facebook.com/radiobuap969/videos/337886190667184/

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