Agricultura

Nopal, motor de desarrollo en San Bernardino Tlaxcalancingo

Redacción La Campiña

Fotografía: EsImagen

MESA DE REDACCIÓN.- La cosecha del nopal es una de las características más representativas de San Bernardino Tlaxcalancingo, pues representa el motor de desarrollo y sustento para gran parte de su población.

Tlaxcalancingo, localidad perteneciente al municipio de San Andrés Cholula, sobresale a nivel nacional al producir anualmente aproximadamente 15 mil toneladas de este cactáceo.

El nombre de esta localidad es proveniente del náhuatl: Tlaxcalan, que significa “lugar donde abunda la tortilla o pan de maíz; Tzin o Tzlin se refiere a lo venerable o hablar con mucho respeto; y la terminación Co indica el lugar; por lo tanto, el nombre completo se traduce como “lugar del venerable pan de maíz” y se leería “Tlaxcalanzinco”, sin embargo, con el paso de los años se ha modificado a “Tlaxcalancingo”.

Fotografía: EsImagen

Aunque gran parte de los productores nopaleros en Tlaxcalancingo están instalados en la Central de Abasto del municipio, tienen puestos permanentes en los mercados Hidalgo, 5 de Mayo, Zapata, Morelos, Independencia, entre otros de la capital poblana. También transportan y venden su mercancía a otros municipios del estado o en estados colindantes como Tlaxcala, Hidalgo, Estado de México o Veracruz.

Un porcentaje de estos productores trabaja para Agronopales del Sureste, una empresa dedicada a la producción, venta y procesamiento de nopal, verdura y hortalizas en el estado de Puebla. Del mismo modo, también operan en la región aunque en menor porcentaje las empresas de producción San Marcos, Herdez y La Morena a las cuales se les vende por kilo, desde estas empresas el nopal es exportado a Estados Unidos.

Según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SAGARPA) en el estado existe una superficie de 5 mil 342 hectáreas de cosecha de nopal y tuna; 2018 tuvo una producción anual de 109 mil 521 toneladas, de las cuales 15 mil fueron producidas en Tlaxcalancingo.

Todo ello hace que San Bernardino sea uno de los mayores exponentes de la Feria del Nopal, la cual se celebra desde 1994 y está integrada por unos 130 productores. Durante 2019 la feria benefició directamente a 300 familias de la junta auxiliar, con una afluencia de 20 mil personas y una derrama económica de cuatro millones de pesos, de acuerdo con información de San Andrés de Cholula.

EL NOPAL

La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) establece que “el nopal (higuera de pala, tuna o chumbera, entre otras denominaciones) debe ser considerado como un activo valioso, especialmente como alimento y forraje para el ganado en áreas de tierras secas”. Además de señalar que el nopal es el sexto cultivo frutícola de México después de la naranja, el aguacate, el plátano, el mango y la manzana, y es más importante que el durazno, la guayaba y las uvas de mesa.

Según el gobierno mexicano este vegetal fue domesticado hace nueve mil años, y en conjunto con el maguey, el maíz y el frijol, fue el alimento principal de los grupos chichimecas, quienes lo llamaron “nohpalli“ que en náhualt quiere decir “árbol que lleva tunas“.

Los nopales conforman el grupo vegetal con más especies y más amplia distribución de los cactos, algunos especialistas los dividen en dos grupos: Opuntia y Nopalea. Las primeras parecen copas con pétalos pequeños y son polinizadas por insectos; mientras que, las segundas, son elongadas y con pistilo y estambres largos y sobresalientes, además son polinizadas por los colibríes.

Información de Infobae

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