Infancia indígena, en riesgo de padecer desnutrición crónica
MÉXICO.- En México, las y los niños provenientes de hogares indígenas tienen dos veces más posibilidades de presentar desnutrición crónica que el resto, reveló la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud que se aplicó en localidades con menos de 100 mil habitantes (Ensanut 100K).
Las cifras más altas de desnutrición crónica en menores de cinco años de edad correspondieron al área rural y particularmente a los hogares indígenas, los de mayores carencias socioeconómicas y los que presentan inseguridad alimentaria moderada o severa.
En contraste, el estudio desarrollado por investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública documentó que contar con mayores niveles de diversidad dietética es un factor protector contra la desnutrición crónica en infantes.
De los 6 millones 39 mil 396 de menores representados en la encuesta, 14.9 por ciento (899 mil 870) presentó desnutrición crónica, que es el retardo del crecimiento producto de la mala alimentación por periodos prolongados o de episodios de infección repetidos, mientras que 4.4 por ciento (241 mil 576) tuvo bajo peso.
La desnutrición crónica afecta severamente la salud de las y los niños: los vuelve más propensos a contraer enfermedades infecciosas y a morir por ello, así como a desarrollar enfermedades crónicas en la vida adulta y a presentar complicaciones obstétricas, en el caso de las mujeres.
También impacta negativamente su desarrollo cerebral, provocando afectación de su potencial físico y cognitivo, situación que se refleja por ejemplo en la disminución de la capacidad de aprendizaje durante la infancia.
Los investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública concluyeron que la desnutrición crónica continúa siendo un reto para México, por lo que destacaron la importancia de fortalecer las estrategias diseñadas para contener la desnutrición infantil desde la gestación hasta los cinco años de vida, sobre todo en las poblaciones de mayores carencias.