El guajolote, un “monstruo” de la cocina mexicana
MÉXICO.- El Huexolotl o guajolote, era considerado por los mayas un animal sagrado y fue el primer animal domesticado por los nativos mexicanos desde épocas prehispánicas.
Asimismo, los mexicas lo relacionaban con el dios Tezcatlipoca y las deidades del sol y de la vida. Por su parte, en el norte de América, las culturas Apache y Hopi, lo asociaban a prácticas curativas y agrícolas, como un “dador de vida” y partícipe de la creación de la Tierra.
El guajolote era utilizado en la cocina precolombina durante grandes festividades (costumbre muy arraigada aún en algunas regiones de México), actualmente se desarrolla en perfecta armonía con las gallinas criollas de corral, por lo cual se considera un animal de gran valor económico, cultural y social.
La carne de guajolote o pavo, como actualmente se conoce, históricamente ha contribuido al sustento alimentario y económico de las comunidades rurales o campesinas de México, aunque siempre se le relaciona con los festejos, la verdad bien vale la pena considerarlo dentro de la dieta cotidiana ya que se trata de un producto muy sano y apetecible que, además, puede adquirirse a buen precio.
La carne del pavo tiene como componente principal el agua, alrededor de 75 por ciento de su composición, por lo que considera un alimento con pocas calorías. Además, contiene proteínas de alto valor biológico que aportan todos los aminoácidos esenciales que nuestro organismo necesita, también tiene poco contenido de grasa y de colesterol, lo que convierte al pavo en una de las mejores carnes magras del mercado.
El guajolote ha sido parte de la cocina mexicana desde hace mucho tiempo, es un ave presente en guisos diversos como tamales, moles y por supuesto en los festejos de fin de año.
En México el guajolote se produce principalmente en Yucatán, y a escala nacional su producción contabiliza las 17,082 toneladas.