En 2050 podría reducirse hasta 27% producción de maíz en México
MÉXICO.- En 2050 podría reducirse entre 12 y 27 por ciento la producción de maíz en México, como consecuencia de los efectos del cambio climático, advirtió Arturo Puente González, director en jefe de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca), al citar cifras del Banco Mundial.
Señaló que en el país hay mil 385 municipios con una alta vulnerabilidad y riesgo a eventos climatológicos y recordó que los desastres naturales causaron pérdidas económicas por 512 mil millones de pesos de 2000 a 2017.
Solo las lluvias en exceso e inundaciones causaron pérdidas por 23 mil 600 millones de pesos en el periodo 2011-2015, apuntó el funcionario.
Ante esos riesgos latentes para el campo agrícola mexicano, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) presentó los sistemas de Índice de Estrés Hídrico y de Monitoreo y Análisis de Precios Agropecuarios (ASIS y FPMA, por sus siglas en inglés), respectivamente.
El representante de la FAO en México, Crispim Moreira, explicó que con estas dos herramientas se fortalecerá la información para la toma de decisiones y el diseño de políticas públicas para contribuir al logro de los Objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, en particular del ODS 2 Hambre Cero
“Estas herramientas ayudarán a México a asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías, las inundaciones y otros desastres”, expuso en un comunicado.
También se asegurará el buen funcionamiento de los mercados de productos básicos alimentarios, a fin de ayudar a limitar la extrema volatilidad de los precios de los alimentos, apuntó Moreira.
Puente González coincidió en que las dos herramientas son fundamentales para la toma de decisiones en la producción y comercialización de productos agropecuarios que podrán ser utilizados por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y otras instituciones que participan en el fomento de la agricultura, pero beneficiará especialmente a los productores.