Orquídeas, más allá que un adorno
MÉXICO.- Además de sus llamativas flores, las orquídeas juegan un papel ecológico de importancia, ya que ayudan a retener agua, a la infiltración, al recelamiento de nutrientes y gracias a la interacción que generan con microorganismos, producen alimento para una gran cantidad de insectos y aves.
Su disminución o pérdida poblacional, repercutirían drásticamente en los ecosistemas que habitan, advirtió el investigador de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Jacinto Treviño Carreón.
De las mil 263 especies que habitan en México, 15 están en peligro de extinción y 28 se encuentran en la categoría de “amenaza”. Destaca el que en todo el territorio, 585 de esas especies son endémica, es decir, que solo se pueden encontrar en esta región.
Según el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a nivel mundial, existen alrededor de 30 mil especímenes de esa flor y representan el 7 por ciento de las plantas con flores.
Las principales amenazas que enfrentan, explicó Treviño Carreón, son desde la pérdida y transformación de su hábitat, la colecta ilegal y la disminución de organismos polinazadores, hasta el cambio climático e incendios forestales.
Eduardo Pérez, de la Facultad de Ciencias de la máxima casa de estudios, destacó las múltiples bondades de las orquídeas: los aztecas usaron la especie “Cyrtopodium macrobulbon” para crear “Tzauhtli”, una especie de pegamento utilizado en el arte plumario y en otras artesanías.
Actualmente, se usa también para hacer fragancias y son empleadas para ofrenda en los cementerios, en altares de diferentes figuras religiosas durante las celebraciones de éstas, en particular la especie “Laelia autumnalis” o cualquier que cuente con flor blanca.
En comunidades indígenas de México, las orquídeas endémicas se utilizan para bajar la presión arterial, degradar cálculos renales, curar resfriados, fiebre y tos, sanar quemaduras y heridas, y hasta para combatir la diabetes, relató Rafael Fernández Nava, académico de la Escuela Nacional de Ciencias de Biológicas (ENCB).
Incluso, dijo, en otras naciones esta planta se ha utilizado para desinfectar heridas y tratar la anemia en infantes, como es el caso de Argentina.
Sin embargo, siguen las investigaciones por parte de diferentes instituciones como ENCB, sobre las propiedades que la medicina tradicional le otorga a las orquídeas, destacó Fernández Nava en entrevista con Notimex. No conozco, aseguró, ningún medicamento o institución que use estas plantas como recurso.
En México las principales localidades donde florecen son Chiapas, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Tabasco y Veracruz; internacionalmente, destacan las regiones septentrionales de los Andes sudamericanos, las montañas del Istmo centroamericano, Madagascar, la región de Indochina, el sureste de China, así como las islas de Sumatra, Borneo y Nueva Guinea.
En algunas de esas zonas, se considera que la planta tiene habilidades afrodisiacas, o incluso se realizan rituales con esta flor para atraer salud, belleza, prosperidad, comentó la terapeuta y maestra de botánica, Anna Vijo, quien promueve el uso de tintura de vainilla como estimulante, o su aroma para despertar los sentidos como despejar la mente.
La orquídea que más se compra es la Phalaenopsis, en venta en locales y su precio va de los 900 hasta 2 mil pesos, dependiendo del tamaño, cantidad de ramas. Brenda Alvarado, propietaria de la florería “La Orquídea Mexicana”, informó que las épocas de mayor venta de esta planta son febrero y mayo, y destacó que en las festividades judías, por ejemplo, se utilizan mucho en bodas, ceremonias tradicionales y religiosas.
En su caso adquiere las plantas a través de productores, pero en algunos mercados de flores o en comercio no oficial –de acuerdo a vendedores de Xochimilco– las consiguen a través de los pobladores de las zonas donde se localizan están plantas, ofreciéndolas desde 300 pesos, costo que puede ir subiendo dependiendo de lo “exótica” que sea la planta.
El académico Eduardo Pérez destacó que la venta de es esta planta significa un ingreso para muchos, y su extinción golpearía con mayor fuerza a este sector.
Existen incitativas para la defensa de estas especies, por parte de las autoridades gubernamentales, si embrago en opinión de Eduardo Pérez son acciones que “solo se quedan en papel”.
Por su parte, la UNAM cuenta con dos orquidearios, uno en el Jardín Botánico y otro en la Facultad de Ciencias, en donde se cuentan con más de 100 especímenes, las cuales forman parte del proyecto de reintegración a su hábitat.
En la Facultad de Ciencias de la máxima casa de estudios, también se lleva a cabo la producción de orquídeas en peligro de extinción de forma “in vitro” donde en la actualidad los estudiantes analizan diferentes procesos para germinar la planta y mantener las especies vivas.