Izamaíz: cosmética hecha con maíces criollos, una alternativa sustentable

PUEBLA, MÉXICO.- Desde estar al tanto de la temporada agrícola, la siembra del campesino, su cosecha y producción del maíz, es en donde empieza la labor de Izamaiz, una empresa mexicana de cosmética que utiliza como base principal maíces nativos y utiliza procesos tradicionales sustentables para la elaboración de jabones, cremas o exfoliantes.

Y es que aunque la producción de maíz en México se utiliza principalmente para el consumo en alimentos, existen muchos otros modos de utilizarlo y de los cuales también se les puede sacar muchos beneficios, tal como explicó Elizabeth Rueda, fundadora de la empresa y pionera de la cosmética a base de maíz en el país.

“Promovemos jabones naturales artesanales y de autor con un fuerte arraigo en nuestras tradiciones mexicanas en la que el trabajo de todos nuestros aliados es importante para el producto final y para el desarrollo local”.

EL RESCATE

En entrevista con LA CAMPIÑA, dijo que alrededor del mundo son admirados los almidones de maíz para la cosmética, pero en México éste es un proceso que todavía no es conocido ni explorado. Además de Izamaíz, la otra empresa en el país que trabaja con esta semilla como ingrediente principal es una extranjera que ofrece productos a mucho mayor costo y sin apoyar al fortalecimiento del campo mexicano.

“Nos encontramos en el rescate de nuestros maíces criollos ya que estamos sufriendo en el campo mexicano por la siembra del maíz. Cómo es posible que el maíz en otros lados del mundo sea súpervalorado y aquí en México estamos perdiendo nuestras tradiciones”, consideró.

Los insumos de Izamaíz vienen de cultivos que contribuyen a mantener con vida productos mexicanos en peligro y de productores que día a día se esfuerzan sembrando sus semillas nativas para la conservación cultural de México.

Por ello, Elizabeth Rueda señaló que a la par de proteger la planta milenaria, con el proyecto que arrancó en 2014, inicialmente bajo el nombre de Amotli, no solamente cumplen con una cadena de economía sustentable, sino que por medio de sus productos incentivan la revalorización del patrimonio artesanal y cultural de las tradiciones mesoamericanas.

Ya sean morados, rosas, azules, blancos o amarillos, por igual las semillas son involucradas en la elaboración, con procesos a mano totalmente ecológicos, de jabones, cremas, exfoliantes, entre más de otros 150 productos.

Todos ellos con diseños tomados del mundo del maíz, es decir, en forma de tamales, tortillas, granos, mazorcas o bolitas de masa, así como otros que hacer referencia a la identidad nacional como los juguetes mexicanos yoyos, trompos y baleros, u otras expresiones típicas tales como las calaveras, panes de muertos y hasta mole poblano.

COMPROMISO AMBIENTAL

Consciente y preocupada por las muchas enfermedades a las que hoy en día ha orillado la industrialización, Elizabeth se ha esforzado para que en la empresa que ha consolidado con la ayuda de campesinos, productores e insumos cien por ciento sustentables, tenga un fuerte compromiso con el medio ambiente y la salud de los consumidores.

“Descubrirme en un producto me ha llevado a conocer mis raíces, todas esas historias que envuelven al maíz, conectarme con mis tradiciones, la sustentabilidad y me ha llevado a lugares donde no pensaba estar. Quiero que a nivel internacional conozcan los maíces mexicanos y nuestras tradiciones”.