Alerta FAO sobre impacto del COVID-19 en la seguridad alimentaria
MEXICO.- Aunque hasta el momento las interrupciones son mínimas ya que el suministro de alimentos ha sido adecuado y los mercados se han mantenido estables, a medida que el COVID-19 se propaga, los casos aumentan y las medidas se endurecen, hay innumerables formas en que el sistema alimentario se verá puesto a prueba, situación que se tensará en las próximas semanas y meses.
De acuerdo con información publicada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), durante abril y mayo habrá desafíos para el sistema alimentario, esto reflejado desde cuellos de botella logísticos (no poder trasladar los alimentos de un punto A un punto B), hasta la reducción de producción de alimentos de alto valor (es decir, frutas y verduras).
Además de ello, los cierres de fronteras, las cuarentenas y las interrupciones de los mercados, así como la cadena de suministro y el comercio, podrían limitar el acceso de las personas a fuentes de alimentos suficientes, diversas y nutritivas, en especial en los países afectados duramente por el virus o ya afectados por altos niveles de inseguridad alimentaria.
Asimismo, señaló que podría haber interrupciones en las cadenas de suministro de alimentos y restricciones de movimiento que dificultarían el trabajo de los agricultores; además la escasez de fertilizantes, medicamentos veterinarios y otros insumos podría afectar a la producción agrícola.
Otras problemáticas que señala es que los cierres de restaurantes y las compras de comestibles menos frecuentes disminuyen la demanda de productos frescos y productos pesqueros, lo que afecta a los productores y proveedores, siendo los pequeños agricultores los más vulnerables.
La FAO demandó a que se adopten con rapidez medidas para proteger a los más vulnerables, mantener operativas las cadenas mundiales de suministro de alimentos y mitigar los efectos de la pandemia en todo el sistema alimentario.
Para ello, la organización señaló que los responsables políticos de todo el mundo deben actuar con cautela para no convertir esta crisis de salud en una crisis alimentaria que es completamente evitable.