Patentan plástico hecho con jugo de nopal
GUADALAJARA.- Tras siete años de investigación, un equipo encabezado por la académica Sandra Pascoe, consiguió la patente de un plástico cien por ciento biodegradable hecho a base de jugo de nopal, la cual fue entregada a la Universidad del Valle de Atemajac (Univa) y se encuentra en etapa de aplicación para diversos productos como empaques.
Sandra Pascoe reconoció que su trabajo es un seguimiento a una iniciativa de un grupo de alumnos presentada en una feria escolar, de la cual desistieron tras varios intentos fallidos de concretar el bioplástico.
La investigadora destacó que las bondades del nopal no sólo se enfocan al sector alimenticio, ya que aún falta explorar su uso en otros ámbitos.
“En la época prehispánica se utilizaba como recubrimiento de muros, impermeabilizante, se mezclaba con pintura para dar consistencia a productos, no lo hemos sabido explotar de la mejor manera y muchas investigaciones en otros países y hasta hace poco ha cobrado relevancia en México”, recalcó.
La patente obtenida por la Univa es la primera en el país al experimentar con el jugo de nopal y no con el mucílago de nopal, material fibroso de la cactácea. El producto ha sido requerido ya por países de Europa, Medio Oriente, Estados Unidos y Canadá.
“Para que se otorgue la patente debes tener innovación, aplicación y se pueda reproducir. La universidad está llevando a cabo convenios de colaboración con empresas interesadas. Lo que proponemos es hacer empaques, pero los usos pueden ser diversos”, explicó Pascoe.
De acuerdo con la universidad, hay 16 empresas interesadas en participar en la producción y aplicación del bioplástico, además se firmó un convenio con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Jalisco para producir el insumo que permita mantener la investigación.
“Estamos en el proceso de caracterización y desarrollo de productos. Aún no hay un producto desarrollado y probado a nivel industrial. Como recipientes se puede utilizar para productos secos, el material absorbe y se disuelve con el agua, no se pueden hacer botellas, por ejemplo”, explicó la investigadora.
El bioplástico con base en el jugo de nopal, puede compostarse en dos semanas bajo condiciones controladas y el mismo tiempo se lleva si se mantiene en agua, pero en caso de ser desechado de forma común, tarda dos meses en biodegradarse.
FALTA DE CULTURA
Sandra Pascoe, quien trabaja desde hace 18 años en la universidad, señaló que los productos biodegradables son una opción sustentables, pero aún falta desarrollar una cultura para su correcto destino.
“Se ha abusado de la palabra biodegradable, se piensa que donde se tire, se va a deshacer, pero deben existir determinadas condiciones para que se degrade y se reintegre al ecosistema, no es magia”, advirtió.
La disposición de los residuos en las ciudades debe ser eficiente, porque al mezclar todo, por más biodegradable que sea el producto, no se llevará a cabo de forma ideal, apuntó.
La producción del biolplástico de forma industrial, la investigadora consideró que aún no existe fecha definida para concretarse, pero estimó que se llevará a cabo en un plazo menor al que se llevó la investigación para crearlo.