Innovación

¡Increíble! Las bacterias revolucionan los materiales de construcción disminuyendo las emisiones de carbono

Redacción La Campiña

ESTADOS UNIDOS. -En la Universidad de Colorado en Boulder (CU-Boulder), en el laboratorio de Wil Srubar, ingeniero estructural y el jefe del proyecto de investigación han creado un tipo de material de construcción híbrido vivo que presenta funciones estructurales y biológicas.

La investigación  de Srubar arrojó que las partículas inorgánicas, como el cemento o arena, pueden proporcionar un soporte rígido para que un componente biológico como las bacterias crezcan y progresen. Al mezclarse el resultado será un material vivo que además de tener una función de soporte de carga estructural, también tendrá una función biológica benéfica.

“Sabemos que las bacterias crecen a un ritmo exponencial, por lo que en lugar de fabricar ladrillos uno por uno, es posible que pueda hacer un ladrillo y dividirlo en dos, luego en cuatro, y así sucesivamente. Eso revolucionaría no solo lo que pensamos de un material estructural, sino también cómo fabricamos materiales estructurales a una escala exponencial”, resaltó el investigador.

Los minerales en el nuevo material son depositados no por la química sino por las cianobacterias, una clase común de microbios que capturan energía a través de la fotosíntesis. El proceso fotosintético absorbe dióxido de carbono, en contraste con la producción de hormigón normal, que arroja grandes cantidades de ese gas de efecto invernadero.

Las bacterias fotosintéticas también le dan al concreto otra característica inusual: un color verde el cual se desvanece a medida que se seca el material.

El nuevo concreto, descrito en el artículo publicado por  la revista Matter, representa una clase nueva y emocionante de materiales de construcción de diseño con bajas emisiones de carbono, dijo Andrea Hamilton, experta en concreto de la Universidad de Strathclyde, en Escocia.

Para construir el concreto vivo, los investigadores primero intentaron poner cianobacterias en una mezcla de agua tibia, arena y nutrientes. Los microbios absorbieron la luz con entusiasmo y comenzaron a producir carbonato de calcio, cementando gradualmente las partículas de arena.

Almacenados en un lugar relativamente seco a temperatura ambiente, los bloques alcanzan su fuerza máxima en el transcurso de los días, y las bacterias comienzan a desaparecer gradualmente.

Pero incluso después de algunas semanas, los bloques siguen vivos; cuando se expone nuevamente a altas temperaturas y humedad, muchas de las células bacterianas se reactivan.

Cabe destacar que cada bloque podría generar tres nuevas generaciones, produciendo ocho bloques descendientes; esto indica que estos materiales podrían servir para ayudar a construir en entornos remotos o austeros.

También se puede  usar materiales de desecho como vidrio esmerilado u hormigón reciclado. Aunque los investigadores continúan trabajando para hacer que el material sea más práctico al fortalecer el concreto; aumentando la resistencia de las bacterias a la deshidratación; reconfigurar los materiales para que puedan empaquetarse y ensamblarse fácilmente, como losas de paneles de yeso; y encontrar un tipo diferente de cianobacterias que no requiera tener que adicionar un gel.

 

Con información de UNAMGlobal

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