Maíz ajo, el neandertal de los maíces
MÉXICO.- La lucha por el rescate de los maíces criollos de alto rendimiento y representativos de diferentes regiones del país debe redoblarse; en México se tiene déficit de semillas mejoradas para la agricultura, la variabilidad que ofrecen los diversos criollos de maíz son la mejor arma para continuar en el camino hacia la soberanía alimentaria, sostienen Trueba Carranza, Alejandro y César Turrent Fernández, de la Dirección General de Educación Tecnológica Agropecuaria, de la Secretaría de Educación Pública.
La importancia del maíz ajo, el cual no es útil para fines alimenticios (debido a la necesidad de pelar cada grano de la mazorca) – radica en que se cultivaba en la época prehispánica para usos medicinales y ceremoniales.
Se utilizaba para curar la disentería, para remediar la dificultad del flujo en lactancia y la curación de quemaduras en niños; esto sin descartar otros usos medicinales a los que el documento hace mención de manera genérica como cereales.
En lo referente a sus usos ceremoniales o religiosos, los campesinos acostumbraban bendecir las espigas de maíz para la siguiente siembra cada día 15 de mayo, éstas se realizaban relacionadas con el ciclo maicero dedicados a “las siete espigas de maíz benditas en el Templo de Chicomecoatl”.
El maíz ajo o tunicado, según un artículo publicado por la Revista Cultural Científica de la UNAM, de los investigadores Alejandro Trueba Carranza y César Turrent Fernández, podría ser el neandertal de los maíces, el eslabón perdido, en un mundo globalizado, de alta competencia y donde las únicas razones para la supervivencia parecen ser la rentabilidad o la importancia económica.
A pesar de no conocérsele algún uso productivo, consigue preservarse escondido entre maizales de criollos tradicionales de la región de Ixtenco, Tlaxcala.
El maíz ajo en Ixtenco, está bajo la custodia de Vicente Hernández, quien durante 55 años lo ha replicado bajo el esquema de conservación In situ, y que después de él su hija Irma, ya se prepara para continuar con esta tradición familiar.
Los transgénicos que, según se ha documentado, es un factor de alto riesgo por sustentarse en tecnologías que no garantizan inocuidad y sí riesgos de contaminación genética, provocando daños al medio ambiente y a la misma diversidad de los criollos mexicano.
“Por ello, se debe preservar el maíz ajo como un recuerdo de los maíces primitivos, pues primero fue el Teoloxtintle y hasta que llego el maíz tunicata”, dijo Arnulfo Arellano Téllez, campesino de Ixtenco Tlaxcala, para el sitio Inforural.