VIDEO | Tlahuanca, sincretismo religioso con sabor a pulque
SAN PEDRO CHOLULA, PUEBLA.- En la víspera de las primeras lluvias, que también coinciden con el cuarto lunes de Cuaresma, los habitantes de los diez barrios que componen el municipio ruegan a Dios por las buenas cosechas y celebran con pulque en el atrio de la iglesia mayor en una tradición milenaria llamada La Tlahuanca, que en náhuatl significa “fiesta de borrachos o borrachera”.
El sincretismo que caracteriza a Cholula, mundialmente conocido como el pueblo vivo más antiguo de América, se expone en esta celebración de los pueblos autóctonos del municipio de San Pedro Cholula y la Iglesia católica que tiene gran influencia en esta región.
Por un lado, los labriegos de los diez barrios cholultecas piden a Dios la provisión de lluvias para regar los campos de flores, hortalizas y maíz que aún se siembran al pie de la pirámide y en la periferia de un centro cada vez más urbanizado.
La Iglesia católica, por su parte, suspende la vigilia cada cuarto lunes de Cuaresma y permite que los pueblos acudan a pedir por sus tierras con un protocolo apegado a las mayordomías, promesas y procesiones al interior y exterior de su parroquia.
LA FIESTA
Ahí, bajo la sombra de los árboles, los habitantes de los diez barrios conviven con el resto de la población regalando vasos y jícaras llenas de pulque, y ofrecen comida a todos aquellos que participan en el ruego colectivo por la prosperidad en sus cosechas.
El sacerdote conduce la ceremonia que comienza con una misa de petición al interior de la parroquia y sigue la procesión por diez altares que simbolizan cada uno de los barrios de San Pedro Cholula: San Miguel Tianguisnáhuetl, Santiago Mixquitla, San Matías Cocoyotla, Jesús Tlatempa y San José Atotonilco, San Juan Calvario, San Cristobal Tepontla, Santa María Xixitla, la Magdalena, San Pablo Tecama y San Pedro Mexicaltzingo.
Los fieles siguen el camino con rezos y arreglos florales en las manos, mientras “los principales”, aquellos que ya fueron mayordomos de las fiestas patronales del pueblo, ahora son los “alumbradores” porque avanzan con cirios prendidos durante la peregrinación hasta salir de la iglesia.
Juntos al sacerdote, los mayordomos y fiscales -que son las autoridades de los pueblos que se encargan de organizar y costear los gastos de las fiestas patronales y gozan de gran respeto político y social- salen con música y cuetes para dirigirse al atrio de la iglesia donde el pulque será bendecido.
Este año fueron donados por el Ayuntamiento de San Pedro Cholula unos 500 litros de pulque, bebida tradicional a base de maguey que durante miles de años fue ofrenda en ceremonias prehispánicas.
Niños, mujeres, hombres, jóvenes y abuelos degustan de esta bebida que forma parte de una celebración de música, comida y buena plática “hasta que el corazón se emborracha”, dicen los organizadores.
La Tlahuanca es una de las fiestas más importantes de la región, y con la venia de la Iglesia los fieles celebran “emborrachando el espíritu” para que la provisión caiga del cielo con lluvias abundantes que hagan crecer el alimento para todos.