Propiedades curativas de la avena
La avena es un gran alimento y un cereal bastante conocido. Sobre todo, utilizamos sus semillas. De entre todos los cereales es el más completo, nutritivamente hablando
No se sabe cuál es su origen, pero los primeros cultivos documentados proceden de Europa central. Desde allí fue introducida en el Imperio Romano y fue un cereal básico en la alimentación europea durante la Edad Media.
A finales del siglo XVIII la papa destronó a la avena como base alimenticia y comenzó un largo olvido que se prolongó hasta la segunda mitad del siglo XX.
PROPIEDADES MEDICINALES
Baja el colesterol. El salvado de avena ayuda a reducir los niveles altos de colesterol en sangre, se debe a la lecitina.
Dermatitis, irritación cutánea, eccemas y herpes. Comprobado en mi hija con piel atópica. Mira la receta un poco más abajo.
Emoliente y refrescante. Se usa en jabones, baños, etc…
Estados de debilidad general, Astenia y Convalecencia. Usaremos la semilla sin descortezar por la trigonelina.
Falta de apetito. Muy usada para niños con problemas de inapetencia, al ser rica en hidratos de carbono que proporcionan energía.
Falta de concentración.
Desintoxicación del Tabaco y de la morfina (como sedante nervioso en general). Usaremos la semilla con corteza.
Nerviosismo, Ansiedad e Insomnio.
Depresión ligera.
Remedio para el estreñimiento. La alta cantidad de fibra presente ayuda al tránsito intestinal.
Cistitis, uretritis, oliguria. Va muy bien para los problemas relacionados con la orina.
Litiasis renal.
COMPOSICIÓN
Es rica en grasas vegetales, esto no significa que engorde ya que son “grasas buenas”: ácidos grasos poliinsaturados y ácido linoleico.
Contiene lecitina, necesaria para nuestro sistema nervioso y que contribuye a bajar nuestro colesterol.
Contiene carbohidratos, lípidos (5%), proteínas (1%), una hormona semejante a una foliculina (acción estrogénica).
Contiene vitamina E, B1, B2, B3, B6, carotenoides, tocoferol, vitamina k, boro, yodo, potasio, calcio, magnesio, fósforo, cobre, zinc, manganeso, aluminio, silicio, sodio y hierro (0,8%).
Contiene Avenina o garmina. Un alcaloide que le proporciona la acción sedante (también se encuentra en el centeno).
Contiene betaglucanos, mucílagos con una acción curativa sobre las mucosas. Si habéis hecho leche de avena, es esa sustancia viscosa que sale al filtrarla.
En la corteza de la semilla se encuentra otro alcaloide denominado: Trigonelina, muy útil contra la fatiga ya que es estimulante muscular.
LA AVENA PARA LA PIEL
Vamos a dejar de lado el uso de la avena en cosmética natural (puedes ver sus aplicaciones en ese enlace) y nos vamos a centrar en los usos terapéuticos para la piel.
Tenemos muchísimos efectos benignos y posibilidades para tratar problemas de la piel.
Mezclamos 30-50 gr. de harina de avena con un litro de agua.
Lo ponemos a hervir y lo dejamos reducir a la mitad.
Lo usaremos en baños y cataplasmas para tratar la dermatitis, psoriasis, irritaciones cutáneas, etc…
¿CÓMO TOMAR LA AVENA?
La avena se ha utilizado tradicionalmente para hacer recetas de cocina como papillas o porridge, pero hay muchas formas en las que podemos añadirlas en nuestra cocina diaria.
La cocina no es la única forma de consumirla. Aquellos que no tienen tiempo, pueden hacerlo mediante cápsulas o grageas que comercializan empresas especializadas en fitoterapia. Vamos a ver cómo podemos tomarla:
GRANO INTEGRAL
El grano entero es parecido al grano de arroz integral, conserva todos sus minerales. Es conveniente dejarlo en agua durante unas horas antes de cocerlo. La cocción, como el arroz integral, es más larga (una hora) de lo que estamos acostumbrados.
HARINA DE AVENA
La puedes encontrar en dos formatos: gruesa y fina. La gruesa es conveniente dejarla en remojo antes de consumirla. La fina, se puede utilizar directamente, por ejemplo, para espesar salsas.
LECHE DE AVENA
También llamada agua de avena, se hace con copos( también se utilizan los granos) de avena. Se le llama leche porque tiene un color blanquecino que recuerda al de la leche de vaca.
Hay muchas marcas comerciales que la venden, pero es muy sencillo hacerla en casa.
Puedes utilizarla como sustituto de la leche para beberla directamente o para cocinar salsas o bechamel. Puedes leer y ver en vídeo como hacemos nuestra receta de leche de avena.
INFUSIÓN DE AVENA
Se utiliza para esta infusión o decocción la avena verde.
Ponemos a hervir de 300 a 450 ml. de agua.
Cuando esté en ebullición añadimos una cucharada sopera de avena verde, tapamos con una tapa y lo dejamos cocer a fuego lento durante 20 minutos.
Pasado este tiempo, lo colamos y añadimos un poco más de agua. Tomaremos 2 ó 3 tazas a lo largo del día.
TINTURA DE AVENA
Para preparar una tintura madre puedes echar un vistazo a nuestro artículo de cómo hacer tinturas de plantas medicinales.
Puedes tomar 40 gotas del resultado, 3 veces al día. Se preparará la tintura a partir de la avena fresca en flor.