Ganadería regenerativa, una alternativa para afrontar la sequía.
La ganadería regenerativa, también llamada sostenible, silvopastoril o rotacional intensiva, combina árboles, arbustos y pastos de calidad para mejorar la eficiencia ganadera, mitigar la sequía y aumentar la biodiversidad.
MÉXICO.- En México, la ganadería ha sido tradicionalmente una fuente vital de sustento y cultura. Sin embargo, enfrenta desafíos significativos, como la degradación del suelo, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. En este contexto, la ganadería regenerativa es una importante alternativa para mitigar el impacto de la sequía, se le puede conocer como ganadería sostenible, silvopastoril, rotación intensiva.
Se basa en principios que priorizan la salud del suelo, la biodiversidad y la resiliencia de los ecosistemas y la crianza de ganado de calidad. La rotación de pasturas es uno de los métodos más comunes, donde se alterna el uso de diferentes áreas para permitir la regeneración de la vegetación y la mejora del suelo. Este enfoque no solo aumenta la productividad de los pastizales, sino que también fomenta la biodiversidad, crucial en un país como México, rico en especies.
Otro principio importante es el manejo holístico, que implica considerar las interacciones entre los animales, las plantas y el medio ambiente. Este enfoque ayuda a crear sistemas más equilibrados y sostenibles, donde los beneficios se extienden más allá de la producción animal. En regiones rurales, esto puede incluir la integración de cultivos y ganado, favoreciendo prácticas agroecológicas que benefician tanto a los productores como a la biodiversidad local.
En donde se llega a ocupar la ganadería regenerativa, se suele colocar hierba alta en proteína, para alcanzar una mejor calidad en la alimentación del ganado, de igual manera, el ganado suele ser ganado que aproveche el beneficio de dicha proteína, ya que es seleccionado y de alto rendimiento en la producción de carne.
La implementación de prácticas de ganadería regenerativa puede traer numerosos beneficios. Uno de los más evidentes es la mejora de la salud del suelo. En un país donde la erosión y la desertificación son preocupaciones constantes, la regeneración del suelo es esencial para mantener la producción agrícola a largo plazo. Suelos más sanos no solo retienen mejor el agua, sino que también almacenan carbono, ayudando a mitigar el cambio climático.
Económicamente, los productores que adoptan la ganadería regenerativa pueden ver una reducción en los costos a largo plazo. Al depender menos de insumos químicos y fomentar la salud del ecosistema, pueden lograr una mayor productividad y, potencialmente, acceder a mercados que valoran la sostenibilidad.
A pesar de sus ventajas, la ganadería regenerativa enfrenta varios retos en México. La resistencia al cambio es uno de los principales obstáculos. Muchos ganaderos están acostumbrados a prácticas convencionales que, aunque insostenibles, ofrecen resultados inmediatos. La transición a un modelo regenerativo requiere no solo tiempo, sino también inversión en educación y capacitación.
La falta de acceso a información y recursos es otro desafío. Muchos pequeños productores carecen de los conocimientos necesarios para implementar prácticas regenerativas. Es fundamental establecer redes de apoyo y programas de formación que permitan a los ganaderos adquirir las habilidades necesarias.