Milpa, un regalo y tesoro mesoamericano
Es reflejo de conocimientos agrícolas milenarios que dota de cultivos base para nuestra actual alimentación.
MÉXICO.- La milpa es un regalo que los pueblos mesoamericanos dieron a la humanidad y, por supuesto, a nuestro país, convirtiéndose en uno de los agroecosistemas característicos de la agricultura tradicional mexicana.
Es un policultivo que constituye un espacio dinámico de recursos genéticos. Es decir, combina diferentes especies vegetales, lo que permite incrementar la adaptación del agroecosistema, así como la variedad alimentaria de las y los productores.
Los principales cultivos que conforman la milpa son maíz, frijol, calabaza (estos tres se conocen como la triada mesoamericana), chile y tomate. Todos ellos datan de la época prehispánica y constituyen la base de la alimentación de los pueblos originarios de nuestra región. A la par de ser elementos clave para la conformación de la cosmovisión de diferentes culturas indígenas.
Sabías que… A la milpa se le conoce también como milpan, chinamilpan y huamilpa en náhuatl, itzzu en mixteco, guela o cue en zapoteco, tarheta en purépecha, huähi en otomí, kool en maya, takuxtu en totonaco, yaxcol en tzotzil, ichírari en tarahumara y tjöö en mazahua.
¿Qué ventajas tiene la milpa como sistema de cultivo?
- El policultivo produce insumos útiles durante casi todo el ciclo y no únicamente al final de la cosecha.
- Por su constitución, es menos atacada por las plagas.
- Los diferentes cultivos generan sinergia, lo que significa que se complementan unas a otras.
- No requiere insumos químicos en las cantidades utilizadas en los monocultivos.
- Al formar el maíz un eje vertical donde se apoyan las enredaderas de frijol, forma en sus raíces conglomerados de bacterias capaces de tomar el nitrógeno del aire para formar aminoácidos y fertilizar la tierra.
- Mantiene la diversidad en la alimentación sin desgastar los suelos.
Además, en la milpa se producen y aprovechan las plantas que crecen naturalmente, y que en otros sistemas podrían considerarse parte de una plaga, como son los quelites (verdolaga, huazontle, romeritos, hoja santa, pápalo, y más).
En lo referente a las prácticas sustentables, la milpa favorece interacciones ecológicas benéficas como la fertilidad del suelo, el control biológico de insectos y la polinización.