Erick y Ana Laura, productores de Xochimilco que preservan el cultivo de plantas medicinales
MÉXICO.- Conocimos a Erick y Ana Laura visitando su área de producción ubicada en la Alcaldía de Xochimilco en la Ciudad de México, con gusto nos mostraron los metros de tierras dedicados al cultivo de plantas medicinales, el olor a lavanda, hierbabuena, tomillo, limón entre otras, eran penetrantes a nuestro olfato, agradable olor.
Erick, es hijo de productores, dedicado al campo desde muy joven, su familia (padres y hermanos) se ha empleado como productores de plantas ornamentales y hortalizas, las cuales al igual que él con sus plantas medicinales, las comercializan en el mercado de Madreselva en Xochimilco.
En México, el uso de hierbas con propiedades curativas es muy antiguo, al pasar del tiempo se ha convertido en una práctica común. Se utilizan las hojas o flores y esporádicamente, el tallo y la raíz. Éstas pueden consumirse de forma directa, en infusiones o en presentación homeopática.
Actualmente, Erick y Ana Laura están implementando agroecología aplicada en 6 o 7 variedades de salvia, 8 variedades de albahaca, 10 variedades de lavanda y 3 o 4 variedades de mentoles o menta, éstos atraen de mejor manera a polinizadores como: colibríes, mariposa y abejorros.
Para esta pareja de productores su trabajo además de contribuir a preservar las tradiciones, es su medio de subsistencia y lo más importante, dicho por ellos mismos, es contribuir a mejorar el medio ambiente, así como ofertar productos de calidad que cumplan con los requerimientos de sus clientes.
Datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), establecen que en México se tiene una antigua tradición en el uso de plantas medicinales. Se considera que después de China, nuestro país posee el mayor número de plantas medicinales inventariadas. El 80% de la población mexicana hace uso frecuente de la herbolaria.
El dúo de productores están en constante capacitación e implementación de mejores prácticas para cultivar sus plantas medicinales, ellos cuentan con la certificación por parte del Senasica por buenas prácticas.
Platicar con ellos fue escuchar al campo transformándose, preservan sus tradiciones, honrar la tierra y a sus padres que les enseñaron a trabajarla, pero también la implementación de innovaciones que están contribuyendo a no malgastar los recursos naturales y eficientar su sistema de producción.
EL APUNTE
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