Celebran ambientalistas decisión judicial a favor del Decreto contra el Glifosato
MÉXICO.- Igual que Bayer-Monsanto, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) se tendrá que seguir apegando al decreto que prohíbe, en territorio mexicano, el uso del glifosato y el maíz genéticamente modificado, también llamado transgénico.
Lo anterior pues el Juez Octavo de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México negó el amparo de suspensión definitiva que solicitó el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) para que no fuera aplicable para esta empresa.
La Campaña Nacional Sin Maíz No hay País y las organizaciones que la integran, celebraron la decisión al referir que es una victoria para quienes por años han trabajando en el cuidado del medio ambiente, de la diversidad biológica, la soberanía alimentaria, así como en la demanda de la protección al maíz, base no sólo de la alimentación sino de la cultura nacional.
“Las organizaciones reiteran la importancia del trabajo conjunto a través de la Campaña Nacional Sin Maíz No hay País en lograr esta victoria que no es la definitiva pues el juicio de amparo continúa y se deberá trabajar hasta que toda la discusión judicial concluya definitivamente de manera favorable para el interés general”, mencionaron en un comunicado.
La Campaña Nacional Sin Maíz No hay País envió una carta con 6 mil 931 firmas de personas campesinas, investigadoras, académicas, indígenas, productoras en pequeña y mediana escala y sociedad en general, donde se advirtió la necesidad de aplicar en todos sus términos el decreto presidencial que prohíbe el uso del glifosato y el maíz transgénico en el territorio nacional, en un plazo comprendido hasta el 2024.
Con anterioridad, la misma organización se congratuló por la negación de exentar del acuerdo a Bayer-Monsanto, que también se amparó para que la disposición presidencial no fuera aplicable a esta empresa y pudiera seguir haciendo uso deliberado del plaguicida y el maíz transgénico.
Por su parte, el CNA lamentó la situación y excusó que “prohibir el uso de maíz genéticamente modificado implica el desabasto de alimentos humanos y pecuarios”.
Además, que lo más preocupante es la “incertidumbre que se genera a partir de interpretaciones radicales y alejadas de la ciencia”, aun cuando datos el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACY) aseguran que afecta la diversidad del maíz nativo, contaminan el agua y el suelo e implican un serio riesgo para la salud humana, además de que la OMS ha catalogado al glifosato como cancerígeno.
