Hijos del Maíz

Maíz Jala, el gigante de Nayarit declarado Patrimonio Material y Cultural

Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- Mazorcas gigantes que llegan a medir hasta 60 centímetros de largo, con un color amarillo único, grandes granos y sabor dulce. Así son los elotes del municipio de Jala, en Nayarit, sitio destacado por la producción de este tipo de maíz gigante y razón por la cual fue declarado como Patrimonio Material y Cultural.

El pasado 29 de octubre, en Sesión Pública Ordinaria el Congreso en su Trigésima Segunda Legislatura anunció la declaratoria para salvaguardar, promover, mantener y propiciar el desarrollo de este maíz originario, desde un enfoque de sostenibilidad.

De acuerdo con información difundida a través de un boletín, el Congreso de Nayarit mencionó que con dicha declaratoria se da oportunidad de ampliar la oferta turística del municipio, se establecen las bases legales para impulsar políticas públicas y administrativas, programas de apoyo para el rescate y conservación del maíz y dar mayor valor a su cultivo.

Además, quedó instituido el 15 de agosto como el Día del Maíz Raza Jala en el estado, por lo que se indicó que se trabajará en colaboración con instituciones de investigación, agricultores, sectores empresariales y culturales para promover, fomentar y difundir su importancia agrícola, biológica y cultural.

RIQUEZA GASTRONÓMICA DE NAYARIT

El maíz raza Jala forma parte de la riqueza gastronómica de Nayarit y aunque no existe una explicación científica del por qué la peculiaridad de su tamaño, se cree que este tipo de producción se empezó a obtener después de que el volcán El Ceboruco hiciera erupción en el año de 1870.

El maíz raza Jala es una especie única en el panorama agronómico de las razas de maíces originarios de México; la fertilidad y composición química del suelo del área de cultivo que son suelos con gran presencia de cenizas volcánicas aportadas por las erupciones del volcán El Ceboruco; los siglos de trabajo de los campesinos, el amor al seleccionar las mejores semillas para hacer las cruzas con otras variedades de maíz ajenas a Jala hasta obtener el producto agrícola; es un cultivo que da origen a las  tostadas raspadas tradicionales, las gorditas de maíz, los panes que se hacen en la zona, las tortillas y otras comidas típicas.

Las prácticas agrícolas de los campesinos se basan en el respeto a la conservación del medio ambiente, ya que para obtener alimentos de la mejor calidad se trata de mantener la tierra libre de productos químicos.

Agricultores de otras entidades han intentado plantar el maíz de Jala en sus estados, pero no han tenido éxito, y hasta el día de hoy no hay registro de que este tipo de elote exista en otra parte del mundo.

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