Comida y producción de alimentos, reflejos de problemas sociales

MÉXICO.- En la cocina, la comida y la producción de alimentos estallan los problemas más graves de esta época como lo son la injusticia alimentaria, el hambre, la corrupción o las asimetrías económicas, por lo que hoy urge un periodismo dedicado a investigarlos y denunciarlos, señaló la periodista y escritora argentina Soledad Barruti.

Durante la conferencia en línea “La comida es política: la importancia del periodismo alimentario”, la fundadora de la red de periodistas Bocado reconoció que existe un déficit de información sobre los sistemas alimentarios, donde confluyen muchísmas de las problemáticas de esta época, solapadas por un modelo en el que pareciera que hablar de alimentación es hablar de dietas, modas y productos.

“Confundimos el periodismo que necesita encender la luz en un ámbito que las marcas manejan en las sombras, pues producen una realidad y la cocinan por fuera de la mirada de los consumidores y reemplazan la falta de información con publicidad”.

La autora de Malcomidos señaló que, en materia de alimentación, el discurso predominante de los medios de comunicación tiene que ver con hablar de tendencias, debut gastronómico, los avances de cocineros a través de políticas privadas y el trabajo de algunos cocineros.

Aunque no minimizó la importancia de la difusión de pequeños productores o cocineros, señaló que ella no genera ninguna crítica aguda sobre este derecho humano vulnerado, que se muestra en problemas de injusticia e inseguridad alimentaria, hambre, acceso a la tierra, corrupción, asimetrías económicas, racismo entre otras cuestiones relacionadas con las problemáticas más crudas del mundo actual.

“Es vulneración de los Derechos Humanos porque si uno quisiera comer mejor en algunos lugares no hay ni siquiera acceso a esa comida. Vivimos en regiones que producen alimentos y que padecen hambre de manera sistemática (…). Ese tipo de cosas no pueden dejar de contarse y necesitan de un periodismo que esté comprometido no con una voz como Bayern o Monsanto, sino ir en contra de esos poderes hegemónicos y contar otras cosas”, dijo la periodista que ha escrito en medios como el diario de La Nación, The New York Times, Gatopardo y Anfibia.

Por su parte el investigador miembro de Bocado, Joao Peres, señaló que a pesar de que los países americanos tienen a la comida como un elemento muy importante de la economía, todos estos sistemas alimentarios tienen problemas ambientales, laborales y sociales gravísimos, derivado del desconocimiento de que existe un cambio en la manera en cómo están estructurados estos países y sus economías.

El periodista hondureño Fernando Silva consideró que el hecho de que las personas no puedan tener una buena alimentación va más allá de un hecho aislado relacionado a la nutrición y más bien es una situación política.

Finalmente, los tres especialistas coincidieron en que para reducir el impacto de las voraces empresas de la angroindustria y para “contrarrestar ese gran monstruo que está muy bien articulado con el que las marcas trabajan”, hace falta construir un espacio informativo de alimentos e insertar un periodismo alimentario que denuncie dichas problemáticas.