Enzimas de hongo degradan compuestos tóxicos en agua contaminada
PUEBLA, MÉXICO.- Ante la necesidad de disminuir los índices de contaminación, como acumulación de estructuras fenólicas y hormonas en pesticidas y otros compuestos dañinos, capaces de alterar el sistema hormonal de animales y humanos, Eduardo Torres Ramírez, investigador del Centro de Química del Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP), utiliza las enzimas del hongo Pleurotus ostreatus para transformar compuestos contaminantes en otros menos nocivos para el ambiente.
Las enzimas son moléculas biológicas que catalizan reacciones bioquímicas; es decir, aceleran el ciclo de vida (crecimiento, desarrollo y muerte) de un organismo. También tienen la capacidad de transformar, mediante oxidación, algunos compuestos en sustancias menos agresivas con el medio ambiente, incluso inocuas.
Las enzimas del hongo Pleurotus ostreatus, conocido como seta ostra, desecha contaminantes persistentes o emergentes en aguas residuales de plantas de tratamiento del estado; así como en ríos, pozos y una laguna en Veracruz.
Las ha aplicado en la transformación de alrededor de 50 compuestos diferentes, entre estos analgésicos, antibióticos, antiinflamatorios, plaguicidas organofosforados y organoclorados, fenoles, colorantes y sustancias procedentes del petróleo.
“Al usar estas enzimas hemos logrado dos cosas importantes: los productos derivados son menos tóxicos y más biodegradables, por lo que los residuos todavía presentes son eliminados sin complicaciones por los microorganismos existentes en los cuerpos de agua”, explicó el académico.
Los métodos basados en enzimas tienen un impacto mínimo en los ecosistemas. Igualmente presentan algunas otras propiedades interesantes como bajos requerimientos de energía, fácil control del proceso y operación en un amplio rango de pH, temperatura y fuerza iónica.
De esta manera, el investigador del ICUAP propone utilizar a la biocatálisis ambiental como un paso previo a la salida de los residuos de las plantas de tratamiento, en lugar de la cloración, para eliminar los compuestos contaminantes persistentes.