Raíces

Mural de los Bebedores, conexión entre lo sagrado y lo humano a través del pulque

Magdiel Olano

CHOLULA, PUEBLA.- La comunicación entre lo sagrado y lo humano que se da a través del pulque destaca en el Mural de los Bebedores, uno de los 30 que se encuentran en la zona arqueológica de Cholula

De acuerdo con el estudio “El mural de los bebedores de Cholula, Puebla” de Arqueología Mexicana, la primera información sobre el consumo de bebidas intoxicantes en el México prehispánico proviene de las fuentes del siglo XVI, en las que se menciona la manera en que fueron utilizadas en los contextos social y religioso. Estos datos se han reforzado con las imágenes asociadas a este ritual representadas en murales, códices y vasijas.

En el Mural de los Bebedores se muestra una escena donde aparecen más de 100 persona reunidas en una gran festividad bebiendo lo que se cree que era el pulque, pues la zona siempre ha sido pulquera, así lo explicó en entrevista para LA CAMPIÑA Enrique Muñoz, artista plástico que elabora una réplica para que pueda ser apreciada por el público a las afueras de la Gran Pirámide de Cholula.

Mencionó que esta obra de gran formato ubicada en la parte norte de la pirámide, de aproximadamente 52 metros de largo y desarrollada entre los años 100 a los 200 dC, es relevante por la importancia que fue para los antepasados esta gran celebración en torno a la bebida, a tal grado que fue inmortalizada y ha trascendido hasta estas épocas.

 

TÉCNICAS DE ELABORACIÓN

Se presume que el uso del nopal para la fabricación de las pinturas es parte fundamental para la elaboración de estos murales, señaló Enrique Muñoz.

“Era un material muy recurrente en la época prehispánica y que se utilizó como un cementante natural que  permite dar a los materiales en cuestión constructiva y también como aglutinante para nuestros pigmentos naturales”.

Dijo que destaca en cuanto a la técnica que utilizaban estas culturas el uso del nopal para la fabricación de las pinturas que son un ícono del estado de Puebla y en su momento de Mesoamérica.

Las pinturas eran elaboradas con la baba del nopal. Ésta se extraía de la planta y se dejaba en proceso de fermentación, una vez que llegaba a este punto, la consistencia del material se volvía más espesa, punto ideal para mezclarse con pigmentos naturales.

“Al hacer una mezcla de mucilago con nuestras tierras naturales obtenemos una especie de pintura, que es la que pensamos que ellos utilizaron al hacer nuestras”.

En pruebas recientes de laboratorio, puntualizó que sólo se encontró la parte mineral, mientras que la parte orgánica desapareció:

“Ya con el tiempo desapareció,  por eso no tenemos datos precisos de qué planta fue pero como la zona siempre ha estado llena de cactus de nopal pues es lo que se utiliza”.

Por esta razón, abundó en las “buenas prácticas” de los artistas contemporáneos, quiénes podrían utilizar otra vez estás técnicas en sus procesos creativos y usar elementos que sean amigables con el medio ambiente, y reprobó el uso, por ejemplo, de los aerosoles para crear murales, pues ellos dañan al medioambiente.

A DESTACAR

La obra original fue cerrada al público por el deterioro que sufría tras las visitas de grupos de personas.

Sin embargo, el artista se encuentra a cargo de la elaboración de una pieza a escala del Mural de los Bebedores, que estará en los campos de los alrededores de la Gran Pirámide para que los turistas puedas apreciar esta obra de la propia cultura.

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