Mole Ferchabelli, el sabor del origen y lo casero
PUEBLA, MÉXICO.- Reconocer a los productores de insumos nacionales, así como a los productos elaborados con procesos artesanales, es indispensable para valorar tanto los costos como la calidad de las mercancías locales, considera la cocinera Saidy Lizbeth César.
La directora general de la compañía Ferchabelli, quien ha puesto en el mercado desde hace ocho años una receta tradicional de mole, opina que la comunidad debiera estar consciente del trabajo que implica la “simple” elaboración de una bolsa de mole, en la que se ven involucrados más de una veintena de familias: agricultores, productores, cocineros, y hasta las personas que colaboran en trabajos “básicos” en el proceso de preparación del mole como el pelar los plátanos o moler los ingredientes.
Y es que esta empresa, originaria de Santa Ana Xalmimilulco, en el municipio de Huejotzingo, Puebla, lleva casi una década dedicada a compartir con la comunidad una receta casera de mole, en la que destaca el característico “sabor de mamá”, pues la receta original es de la madre de esta microempresaria, así relató la misma Saidy en entrevista para LA CAMPIÑA.
Dijo que la idea de comenzar a comercializar este mole case en polvo surgió luego de que familiares, amigos y allegados a la casa la animaron a empaquetar esta pasta por el delicioso gusto que dejaba a los comensales, por lo que se animó y junto a su progenitora y otras cocineras comenzaron la producción.
En un inicio apenas generaban unos 20 kilos al mes, pero ahora, tras ocho años, han logrado consolidarse y producir unos 500 kilos de pasta al mes y dar trabajo a otros personajes locales.
LA DIFERENCIA
Si bien existe muchos otros tipos de mole en el mercado que hacen competencia, Lizbeth César señaló que es el uso de productos como la almendra, nuez, pepita, y los goles que son recogidos directamente del campo sin pasar por un intermediario, lo que hace la diferencia en Ferchabelli.
El mole casero en polvo Ferchabelli es comercializado principalmente en su localidad, pero también puede encontrarse en algunos establecimientos del mercado de artesanías El Parián, en el Centro Histórico de Puebla.
Además, actualmente ya está siendo exportado a Estados Unidos, a través de un convenio con un comerciante del país vecino, a quien reparten un promedio de 200 kilos de mole al mes.
Así, por todo el trabajo que implica la elaboración del mole, manteniendo su proceso artesanal y sabor casero, Saidy Lizbeth César invita a reconocer la calidad, valorar el sabor de los productos y consumir productos locales y nacionales.
EL APUNTE
