Feria de los Moles sirve de reencuentro a familias de México y EEUU
LOS ÁNGELES, EEUU.- El mole se convirtió en el platillo principal de La XI Edición de la Feria de los Moles traída a Los Ángeles por la Unión de Poblanos en el Exterior, que también logró reunir a varias generaciones de hijos, nietos y bisnietos, quienes se fundieron en lágrimas y abrazos.
La feria, con sabor a mole poblano y oaxaqueño, reforzó el sentimiento de al menos 28 familias que se reecontraron tras varios años de no verse con familiares radicados en Estados Unidos, y que fueron en busca del sueño americano.
Lourdes Juárez, una de las organizadores de la feria aseguró que el Mole ha tenido una evolución impresionante por siglos y la muestra son los 13 diferentes moles que degustaron los asistentes este domingo.
En la feria organizada en el Grand Park de Los Ángeles los comensales además de disfrutar los distintos sabores también gozaron de la actuación de una decena de mariachis.
La feria logró atraer la atención de las autoridades locales que hace unos días en nombre del alcalde Eric Garcetti les entregó un reconocimiento en la Alcaldía por llevar parte de la mejor gastronomía mexicana.
La Feria de los Moles ha ido creciendo en popularidad y la muestra la dio cuando el año pasado rompió su propio record de asistencia con más de 30 mil visitantes, cifra que organizadores esperaban fuera superada de nueva cuenta.
Entre los moles degustados destacaron el Mole Poblano, Pipián Verde, Huaxmole, Mole Negro-Oaxaca, Coloradito, Chichilo, Manchamanteles, Mole Verde-Oaxaca, Mole Almendrado, Mole Vegano, Mole Blanco y Adobo, así como una variedad de texturas y colores como el verde, rojo, amarillo, y negro. Entre los participantes estuvieron Las Delicias Restaurant, La Morena Oaxaqueña, Juquila Restaurant, Tacos Manzano, Zapotec Kitchen, Antojitos Regionales Chabelita, La Flama, Casa Del Mole, Elenita’s Mole, Mole San Pedro Tlaltenango, Mole Los Colorines, Un Rinconcito Poblano, Delicias Poblanas y Aquí Es Oaxaca.
El objetivo de La Feria de Los Moles es exhibir el arte culinario de México y su tradición, reconocidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como patrimonio cultural de la humanidad, destacó Juárez.
A RECORDAR
El Mole es un platillo originario de la colisión de los indígenas y la cultura Española en México. Las crónicas antiguas dan a conocer que el jitomate, el cacao, la vainilla y las especias, se utilizaban para elaborar el “molli”, palabra náhuatl que significa salsa. Durante la etapa colonial, al mulli indígena se le agregaron otras especias e ingredientes, como la canela, el clavo, la pimienta y la almendra que dio origen al mole poblano, que contenía elementos culinarios tanto indígenas como españoles.