Chefs que sazonan una buena causa
MÉXICO.- Bombones de jamaica con citronela, panqués y “relish” de nopal y poblano fueron los platillos que preparaon las chefs Martha Ortiz, Paola Garduño y Yerika Muñoz, dentro de la residencia privada para adultos con discapacidad intelectual y trastornos del espectro autista Kalimori.
La idea fue que esta tercia enseñara a elaborar los productos a niños, adolescentes y adultos que tienen estos padecimientos, para que posteriormente éstos repliquen las recetas y puedan comercializarlos.
“Nuestra función en realidad no fue tanto de darles la receta, más bien se trató de regalarles la confianza a las personas”, declaró Ortiz, creadora del restaurante Dulce Patria.
Ella decidió compartir con los integrantes de Kalimori una receta de panqué con perfume de flores de lavanda, la cual es una combinación de sabores que le recuerda la importancia de cocinar con amor y entrega, tal cual lo decía su abuela.
En entrevista confesó que se divirtió mucho haciendo estos “panquecitos” que le encantan y del que se inspiró en todo el perfume de las lavandas, con un poco de zanahorias y diamantina de colores.
“Dejé que ellos hicieran todo, porque sí quiero dejarles esa idea de autosuficiencia y confianza, para que vieran los tamaños”, puntualizó.
Por su parte, Muñoz, del restaurante Astrid y Gastón, creó uno de sus postres favoritos que le recuerdan el principio de su carrera culinaria: bombones de jamaica y citronela.
“Es algo muy fácil para que ellos lo puedan hacer y se puedan vender, pensando en usar lo que se siembra, por ejemplo usamos huevos de aquí”, dijo.
Mientras tanto, Garduño, propietaria del Café O, hizo un “relish”, es decir, una salsa picada que puede servir como guarnición de pollos, carnes, con tostadas y verduras.
“La receta está hecha en honor a los nopales, que tenemos allá atrás, poblano tatemado, un chile verde muy mexicano, le eché un poco de pistache y le pusimos un poco de limón, aceite de oliva y cebolla morada”, subrayó.
Estas tres expertas en el mundo gastronómico coincidieron en que fue una gran responsabilidad que tienen con las personas con discapacidad, ya que afirman que tienen que ser más incluyentes, por lo que sólo se necesita voluntad, buena disposición y un gran proyecto.
Cabe mencionar que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay más de tres millones de personas con discapacidad intelectual y Kalimori es una residencia que tiene como objetivo principal construir una comunidad integral que desarrolle las fortalezas y los talentos de sus integrantes, para que sean valorados y respetados.