Entrevistas

¿El municipio posible?

Fotografía: EsImagen

Un gobierno local es fuerte en la medida que corresponde a sus ciudadanos con la provisión de servicios públicos de calidad, transparencia y rendición de cuentas.

En la más reciente edición de La Campiña se inauguró la sección de entrevistas con personajes involucrados en el desarrollo de México, cuyos proyectos o encomiendas pretenden que el país se fortalezca desde todos los frentes.

Políticos, funcionarios públicos, líderes sociales, emprendedores, empresarios, son algunas de las personas que desfilarán en estas páginas explicando qué se necesita para ver a un México en los primeros puestos de competitividad y desarrollo.

¡Comenzamos!

Puebla, México.- Los retos para la construcción de un municipio sólido que abone a un desarrollo efectivo y justo deben fundarse en el principio de reciprocidad, consideró el coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y Desarrollo Municipal (INAFED), Guillermo Deloya Cobián.

“Gobernar un ayuntamiento es abrirles las puertas a los ciudadanos porque tienen demandas, pero no los hemos hecho participativos. Parece que los gobernantes son intocables en sociedades que exigen que sea el presidente municipal el primer contacto con sus necesidades”.

El INAFED, explicó, busca que el desarrollo municipal y de las entidades contribuya a la construcción de una federación fuerte a través de la procuración de enlaces para que la administración federal tenga conexión con todas las demarcaciones a fin de que éstas puedan cumplir con sus funciones.

“Desde lo local es como se puede ayudar a reforzar el trabajo que lo nacional representa”. Ahí la importancia de un gobierno eficiente en los 2 mil 446 municipios y las 16 demarcaciones territoriales que hay en todo el país, afirmó.

Y para conseguir municipios autónomos y fuertes, así como estados prósperos, no sólo es indispensable impulsar la profesionalización de la administración pública, sino entender y sentir el propósito de un desarrollo más justo en cada una de las localidades.

“Hemos visto que en lejanías los ayuntamientos son oficinas de colocación y nepotismo; algunos alcaldes tienden a ver sus cargos como una oportunidad de allegarse de estructuras hasta familiares y eso no debe seguir pasando”, añadió.

Guillermo Deloya subrayó que uno de los retos más importantes del municipio, como la célula de gobierno más próximo al ciudadano, es reforzar sus capacidades financieras a través de una recaudación eficiente y no selectiva.

Pero la recaudación no debe ser concebida como un ejercicio independiente, sino como el resultado de la participación de ciudadanos a quienes se les provee de servicios de calidad y sin distingos.

Incluso ir más allá: hacer de la rendición de cuentas y la transparencia, una forma de gobierno para que los ciudadanos tengan la confianza en sus autoridades sobre el ejercicio de los recursos públicos, la asignación y su destino.

“La transparencia ya no es una opción, es una obligación y una necesidad frontal que tenemos en todos los frentes de gobierno. El ser transparentes ayuda a un gobierno porque eso genera empatía con la sociedad.”

Suma de fortalezas para el desarrollo de una ciudad

Puebla es un municipio posible, asegura Guillermo Deloya. Aunque su encargo va dirigido hacia todas las demarcaciones mexicanas, el ejemplo a la mano es su ciudad de origen.

“Muchos identificamos en la zona de Angelópolis una ciudad boyante, pero el municipio va más allá con grandes problemas de pobreza urbana que deben atenderse. La provisión de seguridad y servicios públicos de calidad son asuntos posibles de atender, pero debe hacerse a través de la suma de fortalezas de las colonias y las juntas auxiliares”.

Así, en cada estado o municipio los gobernantes deben estar atentos de las necesidades de todos y no sólo de unos cuantos. “Se deben engarzar las vocaciones productivas de las colonias o juntas auxiliares al desarrollo de la ciudad. Ser más justos”.

La ciudad es una primera comunidad, agrega el coordinador del INAFED, “es un primer conjunto de pensamientos que se engarzan y alinean para tener algo en lo cual todos creemos: una ciudad más independiente por una mejor capacidad recaudatoria, pero que retribuya a sus ciudadanos con servicios públicos de calidad”.

Si no hay correspondencia en ello no habrá participación ni cercanía, mucho menos un buen gobierno que contribuya a fortalecer un México más justo y para todos.

Artículos relacionados

Back to top button